La etapa de construcción de los cimientos es fundamental en cualquier obra, ya que garantiza la estabilidad y seguridad de la estructura.
Se compone de varias fases:
1. Estudio del Terreno
Antes de iniciar la cimentación, se realiza un estudio geotécnico para conocer la capacidad de carga del suelo y determinar el tipo de cimentación más adecuado (superficial o profunda).
2. Replanteo
Se marcan en el terreno las dimensiones exactas de los cimientos de acuerdo con los planos estructurales.
3. Excavación
Dependiendo del tipo de cimentación, se realiza la excavación de zanjas o pozos para colocar las bases.
4. Nivelación y Compactación
El fondo de la excavación se nivela y compacta para evitar asentamientos diferenciales. En algunos casos, se coloca una capa de material granular o una base de concreto de limpieza.
5. Colocación de Armaduras
Se instalan las armaduras de acero (en caso de cimentaciones de concreto armado) de acuerdo con los planos estructurales para garantizar resistencia y durabilidad.
6. Vaciado de Concreto
Se vierte el concreto en los moldes de los cimientos (zapatas, losas, pilotes, etc.). Se debe vibrar para evitar burbujas de aire y garantizar una correcta compactación.
7. Curado y Fraguado
El concreto se deja fraguar y se mantiene húmedo durante varios días para evitar fisuras y garantizar su resistencia final.

8. Impermeabilización y Relleno
Si es necesario, se aplica impermeabilización en los cimientos para protegerlos contra la humedad y, posteriormente, se rellena con material adecuado compactado.
Después de esta etapa, la estructura puede continuar con la construcción de muros y columnas.