La etapa de preparación de ladrillos en la construcción de una casa es fundamental para garantizar una estructura sólida y bien ejecutada.
Este proceso incluye varias actividades clave:
1. Selección del Tipo de Ladrillo
Dependiendo del diseño arquitectónico y las necesidades estructurales, se eligen los ladrillos adecuados. Los más comunes son:
- Ladrillo cerámico (perforado o macizo).
- Ladrillo de concreto.
- Ladrillo refractario (para zonas de alta temperatura, como chimeneas).

2. Almacenamiento y Protección
- Se deben apilar en un lugar seco y nivelado.
- Se protegen de la humedad con lonas o plásticos.
- Se organizan cerca del área de trabajo para optimizar tiempos y movimientos.
3. Hidratación de los Ladrillos
- Antes de usarlos, los ladrillos cerámicos se mojan para evitar que absorban agua del mortero y comprometan su adherencia.
- En climas cálidos o secos, esta acción es aún más crucial.
4. Preparación del Mortero
- Se mezcla cemento, arena y agua en proporciones adecuadas según el tipo de obra.
- En algunos casos, se agregan aditivos para mejorar la trabajabilidad.
5. Trazado y Niveles
- Se marcan las guías en el terreno o sobre la losa con cuerdas y niveles para asegurar que los muros sean rectos.
- Se establece la modulación del ladrillo para reducir cortes y desperdicios.
Una vez preparados los ladrillos y el mortero, se inicia la colocación siguiendo los patrones de aparejo adecuados para garantizar estabilidad y resistencia en la estructura.